Creo que este no es un post super interesante y de meditaciòn profunda, pero lo hare y ya!.
Resulta que trabajo en una oficina, por ahora solamente ese dato es necesario......hace unas semanas mi hermana y yo (que trabajamos juntas), adoptamos por una casualidad a una veintena de palomas en el techo de la oficina, nuestras inquilinas, nos causaron mas perjuicios que beneficios pues hacian bulla, las plumas nos caian constantemente y ademas de todo el techo empezaba a ponerse raro.
Hace una semana mi hermana decidio llamar al dueño de las oficinas para decirle que por favor sacasen a las palomas y cerraran los huecos para evitar que vuelvan a molestar y despues de un par de horas, el señor Raùl vino muy contento diciendo que el problema ya estaba resuelto.
Y que chevere pensamos ....... a la tarde las palomas y los pequeños pichones que se habian escondido comenzaron a torturarnos, lloraban, hacian ruiditos, corrian, era toda una tortura, asi que mi hermana termino llamando otra vez al señor Raúl para que por favor ¡las sacara de ahi....y con vida!.
Entonces aparecio el señor Raúl todo vestidito de caballero, con su casaquita de cuero negro, diciendo que no había problema, que el asunto se resolvia en un instante y se trajo tambien a un maestrito carpintero, asi que comenzaron la tarea y desclava y desclava.......cuando derrepente.......de un solo porrazo, nos invadimos de tierra, mi hermanna y yo encerradas en el baño, mas blancas que un par de velas, asustadísimas........y despues de unos instantes pensamos en voz alta.......señor Raul?......y el respondio......se cayo el techo!
Salimos rapidisimo y casi no se veia debido al polvo, mi hermana se desesperó por los libros que se habìan malogrado, el señor Raúl estaba casi casi llorando por su casaca negra que por supuesto estaba arruinada, ......y yo, obviamente estaba preocupada por mi cabello que estaba hecho un asco, asi que cuando ya terminábamos de lamentarnos, nos miramos los unos a los otros y casi 15 minutos despues nos preguntamos.......y el maestrito?..........Y el maestrito estaba paradito en un rincón, todo agarrotado y asustado ....se veia tan .......indefenso que casi casi corro a abrazarlo.